RETO DEMOGRÁFICO: DESPOBLACIÓN, PARO Y EXCESO DE MORTALIDAD “EL CASO DE ÚBEDA”

 

En España “disfrutamos” de un ministerio denominado para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Habría que preguntarse qué es para el gobierno progresista, feminista, inclusivo y eco-resiliente, el reto demográfico; ¿La aplicación de políticas malthusianas y eugenésicas? o ¿El reemplazo generacional mediante la inmigración y la deconstrucción cultural?, nadie lo sabe. Me atrevo a especular con las tres perspectivas, la farsa pandémica, la incentivación de los procesos migratorios descontrolados, las políticas de identidad y depauperización económica y el aborto como derecho progresista, así lo atestiguan.

Pero, centrémonos en un ejemplo de lo anterior, paradigmático a escala local, los datos sociodemográficos de Úbeda en los últimos 17 años, ver fuente (https://www.indicadoresdesarrollojaen.com/municipios/ubeda/).

El desarrollo y el crecimiento económico bajo la perspectiva materialista o mejor dicho capitalista, da la impresión de ser infinito y ad nauseam se nos hace creer que los diferentes parámetros macroeconómicos o microeconómicos de este crecimiento, son el mejor indicador de bienestar ciudadano. Ni que decir tiene que los derechos económicos, es decir, un empleo digno, es la única condición esencial para el desarrollo de la vida humana, al margen de cualquier perspectiva de análisis. Pero, ¿y el resto de indicadores?

Analizando los datos de Úbeda observamos una importante pérdida de población en los últimos años, para mí es bueno, prefiero una ciudad más “habitable” y menos masificada, pero desde otra perspectiva, podría ser un indicador de mala praxis política al no ofrecer elementos de interés para que las personas se queden a vivir en Úbeda, Patrimonio de la Humanidad, lo que podría conllevar una mayor depauperización de la ciudad; a pesar de que otras ciudades medias en España aumentan su población. En la figura 1 podemos observar la pérdida de población en Úbeda y que se puede explicar por varias circunstancias, a pesar del leve incremento de la inmigración. El incremento de la tasa de paro (Figura 2), la reducción en la creación de empresas (Figura 3) que estimulan la “huida” de la ciudad”, junto a la reducción dramática de la tasa de natalidad (Figura 4), se traduce en un crecimiento vegetativo negativo. Me atrevo a añadir, un urbanismo caótico, calles llenas de coches y el desmantelamiento de los espacios verdes como otros constrictores para la habitabilidad en Úbeda.

Nota: Los gráficos son de construcción propia.

 

Figura 1. Evolución de los habitantes de Úbeda desde 2007 a 2023.

 


Figura 2. Evolución de la tasa de paro en mayores de 45 años de Úbeda desde 2007 a 2023.

 

 

Figura 3. Evolución de la creación de sociedades mercantiles en Úbeda desde 2007 a 2023.


Figura 4. Evolución de la tasa de natalidad de Úbeda desde 2007 a 2022.

 Pero, lo peor, a mi juicio, es el exceso de mortalidad que experimenta la población tras la farsa pandémica. Si analizamos la evolución de la tasa relativa de mortalidad en relación con la población de Úbeda, se podría decir que Úbeda no fue sacudida por la pandemia, al presentar, en 2020, valores de mortalidad semejantes a los años precedentes, pero es a partir del año 2021, año en el que empieza la inoculación masiva de la vacuna COVID, cuando se incrementa la tasa de mortalidad (Figura 5), que al día de hoy, sigue en los niveles más altos de las series temporales analizadas, a pesar de que las autoridades sanitarias dieron por controlada la “infección” prácticamente en 2022 al eliminar casi todas las medidas restrictivas.

Figura 5. Evolución de la tasa relativa de mortalidad en Úbeda desde 2007 a 2024. * datos ajustados a la previsión de mortalidad en diciembre, según la tendencia en la base de datos de MOMO (https://momo.isciii.es/panel_momo/9).

Y es que la inoculación masiva e indiscriminada de un fármaco experimental (Vacuna COVID) se podría catalogar como el mayor atentado a la bioética jamás cometido, al hacerlo sin ninguna garantía sanitaria, sin el consentimiento informado pertinente que detallara de manera escrupulosa los riesgos del inóculo, y sin la obligatoria prescripción médica, animando a vacunar incluso a las embarazadas, sin estudios al respecto sobre su seguridad en el embarazo y en el neonato, e incluso a la población escolar que no sufre la enfermedad. Y digo sin garantías sanitarias, ya que nadie se hace responsable de su ineficacia (claramente probada) y de sus efectos adversos, letales en muchos casos, las farmacéuticas han sido eximidas de responsabilidades y los médicos no la prescribieron nunca a pesar de ser obligatorio como indica la ficha técnica del medicamento(https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/vacunaciones/covid19/FichasTecnicas_vacunaCOVID-19.htm ). No se nos olvide que nuestro ayuntamiento colaboró en la habilitación de vacunódromos.

 Los datos de farmacovigilancia que podemos observar en los servicios internacionales al respecto, Vaers o Eudrovigilance, destacan miles de muertos y millones de lesionados graves reportados tras la “vacunación”. ¿Es ésta la causa de este exceso de mortalidad mantenido en la población ubetense?, habría que investigarlo. Las tendencias en los 27 países de la Unión Europea que aportan sus datos al Euromomo (https://www.euromomo.eu/graphs-and-maps>), destacaban que en el 2021 y 2022, el exceso de mortalidad fue estremecedor, sobre todo en población infantil. Si ya dieron por amortizada la “pandemia” y eliminaron sus “salvadoras” restricciones, en el exceso de mortalidad de 2021 y sobre todo de 2022, la inoculación podría tener una gran capacidad predictiva (letalidad de los inóculos confirmada por los servicios de farmacovigilancia, Vaers (https://vaers.hhs.gov/ ) y Eudrovigilance (https://www.ema.europa.eu/en/human-regulatory-overview/research-development/pharmacovigilance-research-development/eudravigilance<9 , y si no, es que el errático” patógeno” sigue matando a centenares de miles. Tanto en una situación como en otra, las actuaciones han sido criminalmente negligentes o dolosas.

Figura 6. Exceso de mortalidad en población infantil, año 2022, en el que se inocula a los niños, momento en el que se dispara la mortalidad infantil en Europa. Fuente: Euromomo.

En resumen, nuestros administradores deberían tener en consideración todos estos datos para articular sus políticas en aras de la salud y el bienestar de los ubetenses, sin despilfarrar dinero público en actuaciones irrelevantes (mamotretos) y propaganda (murales) que dificultan la vida en común.

Pedro Ángel Latorre Román

 


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