LA TRAGEDIA EN VALENCIA Y ALEDAÑOS MUESTRA EL CARÁCTER ABYECTO Y MISERABLE DE LA CLASE POLÍTICA QUE HABÉIS VOTADO

 

Una crónica de una tragedia anunciada pero silenciada por la incompetencia e irresponsabilidad de la clase política y de sus diferentes agentes “científicos”. Para eludir su criminal negligencia se pasan “la pelota” de uno a otro, mientras los valencianos agonizan en el barro. Mientras tanto “la AEMET”, un órgano con más apariencias políticas que científicas, señalaba que habían decretado con “tiempo” la alerta roja, pero, ¡cómo puede ser que esta alerta no llegara de manera eficiente y contundente al pueblo y que el propio presidente de Valencia, el pusilánime Mazón, dijera dos horas antes de la avalancha de agua y barro, que la Dana se desviaba para Cuenca! Es de esperar que vuestra alerta roja no se limitara a colorear un mapa y ponerla en vuestras redes sociales, en todo caso, responsables de la AEMET, ¿Es posible que vuestro abuso de alertas climáticas, ante situaciones habituales como temperaturas de 40º, para apuntalar el relato falsario del Cambio Climático, haya desensibilizado a las personas?

Entre tanto, esta gentuza, cuando ya iban decenas de muertos, aprobando en el parlamento el secuestro de RTVE, ante esto, el vocero más abyecto del PSOE, Patxi López, decía que “no conozco ninguna empresa que haya suspendido su actividad si no se ha visto directamente afectada, nuestro trabajo es legislar, que es lo que hemos hecho".  A su vez, la cretina de la ministra de defensa decía que “no sabía si era una emergencia nacional” y criticaba que no se hubiera solicitado, por parte de los otros canallas que dirigen la CCAA de Valencia, la presencia del ejército, cuando el pueblo a gritos lo pedía en las calles. Mandan 500 militares a las 48 horas, y tras 4 días de desastre, abandono y desesperación, el miserable de Pedro Sánchez dice que va a enviar 5000 militares más. Otra cretina de “Sumar” traidores, Aina Vidal, decía que “los diputados no están para achicar agua” y por no seguir con esta gentuza, y provocar su vómito, la consejera de Turismo de Valencia, Nuria Montes, declara que los familiares de las víctimas no podrán acceder a ningún lado y que se queden en su casa. Su inhumanidad y desconexión de la realidad es propio de auténticos psicópatas.

En la farsa de la pandemia, en tiempo récord, fueron capaces de confinar, anular los derechos y libertades de la población, movilizaron al ejército y a todas las fuerzas de seguridad del estado necesarias para que las personas no salieran de sus localidades y portaran el bozal, establecieron una logística abrumadora para engañar, estafar y envenenar a la población. Todo ello mediante dos Estados de Alarma ilegales. Un genocidio de miles de personas por acción y omisión de esta casta política y que ha quedado impune. Y ante una auténtica tragedia, aplican la lógica política de a ver a quien le echamos la culpa y sacamos rédito político. Al respecto, las declaraciones del “demonio” de Úrsula von der Leyen son absolutamente repugnantes, dice que la tragedia de Valencia es “la dramática realidad del cambio climático”, todo ello con el seguidismo más nauseabundo de Pedro Sánchez, y sus voceros. Son capaces de decir que en 50 años las consecuencias de su cambio climático (que se mide en escalas de tiempo geológico) serán devastadores, pero no son capaces de anticiparse al menos 24 horas a una tragedia devastadora pero previsible. Para más indecencia, como su lógica criminal de su cambio climático es de origen antropogénico, al final, culpabilizarán al propio pueblo valenciano de su tragedia. Miserables criminales. Y no se nos olvide, todo ello, con la acción cómplice de los mercenarios voceros de los diferentes medios de comunicación de masas que apuntalan el relato criminal.

Mientras tanto, la sociedad civil, a la que incluso se le impide su movilización, se organiza en acciones de solidaridad extraordinarias. No es de extrañar el estallido social, los abucheos al Rey, a Mazón y a Pedro Sánchez (que el cobarde sale huyendo) son ya un anuncio de que el pueblo está despertando.

La falta de humanidad y su desconexión con la realidad hace de esta clase política una auténtica gentuza. Su incompetencia y negligencia, por no decir actuación dolosa, no puede quedar impune. Nadie va a dimitir, pero espero que se produzcan acciones judiciales contra los criminales y que el pueblo español despierte de su letargo y camine hacia la senda del derrocamiento definitivo del régimen de corrupción sistémica del 78 mediante el ejercicio de la abstención total.

 

Pedro Ángel Latorre Román