BREVES HISTORIAS PARA NO DORMIR: TODO EL SISTEMA ESTÁ PODRIDO. SIGUE EL RASTRO DEL DINERO
Esto no es lo primero que uno se debería encontrar a la entrada de un Centro de Salud, propaganda feminista, de género…, para apuntalar su abyecto, falsario y miserable constructo ideológico de género que victimiza a una parte de la población y criminaliza a la otra, mujeres vs. hombres, por el simple hecho de serlos, provocando una fractura social terrible. Por no decir de todo el desmantelamiento del Estado de garantías democráticas basado en la igualdad ante la ley. El negocio de los "chiringitos" de género es tremendo.
Pero, además, todos los carteles institucionales del Centro de Salud, son propaganda farmacéutica, animándose a la ciudadanía a inyectarse medicamentos (sus vacunas),
en la mayoría innecesarios, desde la más tierna infancia. Medicamentos, muchos
de ellos, sin garantías sanitarias, como las vacunas COVID, que han ocasionado un auténtico genocidio de muertos en todo el mundo con
millones de lesionados graves (ver por ej. Vaers: https://vaers.hhs.gov/).
Nunca se han vacunado a los niños pequeños para la gripe, pero hay que salvar a
sus abuelos.
Eslogan como: “que no te arruine la fiesta la gripe” o "que nadie te pare",
animan a la gente a vacunarse de todo lo que ellos quieran, sin informar de los
posibles efectos adversos, uno de ellos, como en las vacunas COVID, es la
muerte. Otro de los ejemplos más repugnantes es la nueva vacuna contra la Herpes
Zoster, como ustedes deberían saber, un efecto adverso recurrente de las
vacunas COVID, crean el problema y luego fabrican una solución que generará
nuevos problemas, como los posibles efectos adversos de esta innecesaria
vacuna. Nunca he visto gente con tantos problemas de salud que los que se inocularon el fármaco inmunodepresor contra el bicho: ictus, trombos, miocarditis, problemas en la piel, siguen cogiendo la enfermedad, neoplasias..., por no comentar los problemas psicológicos, muchos siguen portando el amuleto de la inmortalidad, el bozal. El círculo criminal del negocio.
Y no ciudadanos, la enfermedad nos debe obligar a parar, a descansar, a recuperar estilos de vida saludables, a ir a la naturaleza, a respirar aire limpio, a ayunar y depurar nuestro cuerpo y a no seguir el ritmo infernal que nos impone esta sociedad demoníaca que todo lo soluciona con un fármaco.
Por supuesto, el nuevo mantra del sistema sanitario es la propaganda de la salud mental. Ya saben, los psicofármacos son otro criminal negocio, cuya prescripción no está basada en ningún hallazgo o prueba clínica objetiva en consulta. Los inhibidores de recaptación de la serotonina o dopamina o los estabilizadores del ánimo, no se ajustan a ninguna prueba clínica que demuestre que en el espacio sináptico no existen estos neurotransmisores o pruebas de imagen que localicen la lesión cerebral que altera el comportamiento, menos en consulta. Abre la boca y toma la pastilla. Millones de personas adictos a los psicofármacos, en particular a las benzodiacepinas que se prescriben como golosinas; un ejercicio de iatrogenia masivo . La "zombificación" es una realidad vergonzosa. La terapia psicológica conductual, basada en las filosofías helenísticas, en la que el sujeto lidera su mejora, es de "conspiranoicos"
No he encontrado ningún cartel institucional que anime a los ciudadanos a
ser responsables de su propia salud mediante la promoción de estilos de vida
saludables, ejercicio físico, evitar tabaquismo o una nutrición adecuada. Siga
el rastro del dinero y verá por qué esto no ocurre, hacer el deporte es barato,
no fumar ahorra y alimentarse saludablemente es sencillo.
En suma, un sistema sanitario público cada vez más desmantelado, basado en
el círculo vicioso de la enfermedad, una medicina alopática que no previene la enfermedad,
y ahora promocionado con propaganda.
UNA VERGÜENZA, CRIMINAL. Las próximas elecciones seguid votando a vuestros victimarios.
Pedro Ángel Latorre Román
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