"EL DEPORTE MUNICIPAL EN ÚBEDA: UNA HISTORIA DE ABANDONO E INCOMPETENCIA, LA ÚLTIMA: EL PLIED, ANÁLISIS CRÍTICO"

 


Cuando era un niño, esperaba con avidez la celebración de la carrera urbana de Úbeda, en donde poner a prueba mis capacidades atléticas, no se celebraba todos los años. Es la única actividad deportiva municipal que recuerdo. Nuestra práctica físico-deportiva era natural, jugando en la calle, y los mayores promotores del deporte escolar, eran los colegios, fundamentalmente los centros de la SAFA y Salesianos que tenían amplias instalaciones deportivas, y como no, en “Acción Católica” en donde Antonio Gutiérrez, “el viejo” echaba el resto, aprendimos a jugar al tenis de mesa, al fútbol en la patera y en mi caso particular, a convertirme en atleta en los campamentos de La Barrosa. No olvidar tampoco al club CPUDA que se preocupó de la práctica deportiva local en los años 80. Estos actores, en mi caso, SAFA (Don Julio, mi eterno profesor de Educación Física, EF) y Acción Católica (el viejo y Antonio Cruz) fueron en parte responsables de que el deporte se convirtiera para mí en un estilo de vida imperecedero y que mi actividad profesional se centrara en la Educación Física e investigación en las Ciencias del Deporte. Ciertamente, fracasaron conmigo en su labor de proselitismo religioso; pero eso es otra historia.

Pero, ¿y el deporte municipal en Úbeda? Pues desde el comienzo del régimen corrupto del 78, tras la muerte del dictador, hasta el día de hoy, pocos cambios que cumplieran el mandato constitucional, que en su artículo 43.3, señala como uno de los principios rectores de la política económica y social, que “los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo, facilitarán la adecuada utilización del ocio”.

Y es que, en Úbeda, han gobernado casi todos los grandes partidos políticos y todos han asumido la gestión del “imaginario” deporte municipal, en consecuencia, son todos responsables del abandono, incompetencia e inoperancia del servicio de deportes municipal. ¡Ah! ¿Recuerdan a algún concejal de deportes que fuera deportista? Yo no.

A principios de los 90, con la llegada de la modernidad, las Olimpiadas de Barcelona 92, el patronato municipal de deportes (PMD) se renueva, y se saca a concurso una plaza de gerente, a la cual concursan un maestro de Educación Primaria y un licenciado en Educación Física (EF), con estudios en ciencias políticas y sociología y con experiencia en gestión deportiva. Asombrosamente, la plaza la gana el maestro. No sabemos, que hubiera sido del deporte municipal desde el año 1992 si el especialista en ciencias del deporte hubiera ganado la plaza, peor seguro que no, a sabiendas del gran prestigio profesional en el ámbito de la gestión deportiva que tiene el fallido candidato, pero eso ya es historia. Aproximadamente, un par de años más tarde, se convoca a concurso una plaza de técnico deportivo del PMD, a la cual, siendo ya licenciado en EF y profesor de instituto en Sevilla me planteo optar. El concejal de turno de aquella época, me dice literalmente que ni lo intente, que ya tienen el perfil adecuado. Pues bien, aquella plaza la gana nuevamente un maestro, que, en este caso, como buen amante de deporte y en formación continua, desempeñará, a mi gusto, una excelente labor (gimnasia de mantenimiento con adultos, cursos de natación) hasta que finalmente, por razones que desconozco, abandona el servicio de deportes. En esos años 90, pareciera que, con el renovado PMD, definitivamente habría un avance en las propuestas y servicio público para la promoción de la práctica físico-deportiva local, en una ciudad de unos 32.000 habitantes. Al margen de eventos puntuales como la malograda media maratón del renacimiento, organizada por el CPUDA, ligas de fútbol sala, gimnasia de mantenimiento para mayores y cursos de natación de verano, en los que participé como monitor durante 5 años con otros 4 licenciados en EF, y de los cuales prescindió el PMD, poca cosa más, a no ser la promoción del fútbol. A finales de los 90, se empiezan a generar esbozos de escuelas deportivas municipales, siempre bajo la tutela del fútbol y su asociacionismo privado. En estos años, la oferta privada (gimnasios, clubes, etc.) era muy escasa. Los primeros grupos de atletas que yo dirigía, con éxitos en el ámbito andaluz y nacional, empezamos a exigir una pista de atletismo, para mí siempre secundaria a la creación de una piscina cubierta. Para nuestra sorpresa, se anuncia, la inauguración de una pista de atletismo, en el nuevo estadio San Miguel, la farsa fue descomunal, un anillo de asfalto pintado como pista de atletismo, eso sí, se creó un enorme graderío cubierto en la zona sur para mayor gloria del espectáculo futbolero, mal hecho por cierto, y que acabó casi por desplomarse. Incluso el patético concejal de deportes de la legislatura 2020-23, se planteaba cubrir la grada principal. En esos años, un nutrido grupo de atletas nos las “veíamos” con los futbolistas, ya que consideraban que el campo de césped era de su propiedad y no lo podíamos ni pisar, más de algún desencuentro y denuncia en los juzgados se produjo, todo ello, con el desamparo que nos propiciaba la administración local.

A finales de los 90, y para que vean que no soy partidista, más aún cuando yo no voto y considero que el problema de España es el régimen de corrupción sistémica del 78 al que hay que derrocar, vía pacífica, mediante la abstención sistemática en sus farsas de elecciones democráticas de cada 4 años. Pues bien, en aquella época, la ingenuidad e inmadurez filosófica, me animaba aún a votar y confiar en una opción política (izquierda unida), el concejal de deportes de turno de este partido, aprobó, pese a mi férrea oposición, una partida de 20 millones de pesetas para acondicionar el césped natural del campo de fútbol, para mayor gloria del maravilloso equipo local y para desgracia de la promoción global de la práctica deportiva para el resto de los ubetenses. Conseguí en aquella época que se creara una escuela multi-deporte y de “psicomotricidad” para niños, duró apenas 3 ó 4 años. Mientras tanto el PMD no promocionaba nada ni se le esperaba. Del 2007 al 2011, formé parte de la corporación municipal, por el grupo de IU, y aunque en la oposición, teníamos un acuerdo de gobernabilidad, era mi momento para “presionar” al PSOE y que definitivamente el PMD desarrollara una función de mejora de las instalaciones deportivas y de desarrollo de programas para todo el espectro poblacional ubetense; con un “ideario” y políticas deportivas propias ajustadas al mandato del ya citado artículo 43.3 de la Constitución Española. Conseguí que se desmantelara el PMD, que se creara un Servicio de Deportes, que se creara el consejo deportivo local y lo más importante, que en acuerdo plenario se aprobará una plaza de licenciado en EF, que sería el área técnica que, al fin, daría sentido al Servicio de Deportes. También impulsé la definitiva creación de una auténtica pista de atletismo. Los resultados de aquellos años fueron otra descomunal farsa. El consejo de deportes nació viciado, era un mercadeo para pedir dinero, la representación estaba manipulada en el sentido de favorecer a un determinado asociacionismo deportivo, el licenciado en EF nuca llegó y finalmente, se produjo una gestión indirecta del deporte local mediante una entidad deportiva privada. En el 2012, se inaugura la tan ansiada pista de atletismo, dependiente de la práctica del fútbol, no homologada y posteriormente con homologación parcial, de 6 calles y sin equipamiento deportivo alguno. La cual, actualmente está en un alarmante deterioro, hundida en la zona sur.

Cambia el signo político y más de lo mismo, apuntalamiento de la gestión indirecta del deporte, ninguna iniciativa propia del servicio de deportes, todo lo cede a los clubes, los cuales, legítimamente tienen su propia filosofía. Se hacen disparates como poner césped artificial en pistas de baloncesto y se siguen construyendo más campos de futbol de césped artificial o se promociona el deporte de moda, el pádel. Eso sí, solo construyendo nuevas instalaciones, no creando programas deportivos. Se permite la venta de bebidas alcohólicas en el bar del estadio municipal, en el que se desarrollan las escuelas infantiles, e incluso se permite fumar. Iniciativas deportivas diversas, como otros clubs de atletismo o rugby encuentran muchísimas dificultades para poder entrenar, hasta el paroxismo persecutorio que desde el propio servicio de deportes se llegó a mandar a la policía local para expulsar a más de 50 atletas, la mayoría niños, porque, según ellos, no se había pagado la cuota de entrada al estadio, el cual carecía de ningún control de entrada. Finalmente, los 4 clubes de atletismo de Úbeda desaparecen. La carrera del viejo, entra en desgracia, la participación cae y hasta desaparece unos años, eso sí, en su sustitución, promocionan la carrera de la diversidad, otro escenario para inocular sus delirios ideológicos, los cuales alcanzan el mayor grado de iniquidad y desvergüenza con la celebración de las “Olimpiadas por la igualdad”, un acto de propaganda en los centros escolares en vísperas de las elecciones municipales del 2023 (mi crítica a este evento la pueden consultar en: https://pensar-acracia-libertad-razon.blogspot.com/2023/04/deporte-e-igualdad-una-ontologia.html

Otros eventos interesantes desaparecidos, dependientes siempre de la buena voluntad de los organizadores particulares, el Duatlón Ciudad de Úbeda, el Cross de invierno de Los Cerros, la marcha nocturna ciclista, extraordinarias rutas ciclistas celebradas por el BTT Atalaya en distintas fechas a lo largo del tiempo no suscitan ningún apoyo ni atención…Entre tanto, el dinero público, que debería ir a la promoción del deporte se dedica a inmortalizar a deportistas, que no son de Úbeda, y que no han hecho nada por los demás en materia deportiva, todo ello, en la misma línea de apuntalar sus mantras ideológicos. Los despropósitos serían para escribir un libro…Los políticos de turno acuden siempre a hacerse la foto.

Pero acabemos con el último desacierto y ejercicio de incompetencia, la aprobación del PLIED: “Plan local de instalaciones y equipamientos deportivos de Úbeda” (pueden consultarlo en: ttps://www.juntadeandalucia.es/organismos/turismoculturaydeporte/areas/instalaciones-deportivas/planes-locales/paginas/jaen-zonasredbasica.html). A modo de análisis crítico debo destacar que:

 

1)    En la elaboración del documento, la participación ciudadana, obligatoria en el PLIED, es nula, ¿Se ha reunido al Consejo Deportivo Local? Ni siquiera aparece en el documento su propia existencia. ¿Se han consultado a personas de reconocido prestigio de la localidad en el ámbito de la Ciencias del Deporte? En resumidas cuentas, ¿Se ha enterado alguien de este plan?

2)    A nivel formal, un documento de esa naturaleza debería aportar referencias bibliográficas en materia legislativa y científico-técnica lo más actualizadas posible. No aparece bibliografía y la referencias en el texto son obsoletas.

3)    Falta de originalidad y singularidad. De las 411 páginas del documento, el 70%, como así se desprende tras un análisis con un software anti plagio, es información genérica, que se puede aplicar a cualquier lugar, incluso se detectan referencias de trabajos de estudiantes (¡qué poco nivel!).

4)    Un aspecto esencial del documento e imprescindible, es la encuesta local de hábitos deportivos, la aportada en el PLIED de Úbeda, es “horrorosa”. No se describe la metodología empleada, las propiedades psicométricas del cuestionario empleado (validez y fiabilidad), el tipo de muestreo empleado y el tamaño de la muestra necesario. La estratificación etaria es absurda, unen en categorías a niños preescolares con adolescentes, a personas de 65 años con las de más de 80 años, y no hay un análisis estadístico preciso, no solo por grupos etarios bien organizados, fundamentalmente, singularizado también en los barrios o con las características sociodemográficas de los que responden…Los ítems descritos son imprecisos y no existen otros descriptores que den más información epidemiológica y psicosocial de las consecuencias de estos hábitos deportivos. Y lo peor, se pasa la encuesta a finales de noviembre del 2020, en pleno “apocalipsis”, con restricciones para la vida ordinaria y deportiva.

5)    El recuento de instalaciones y asociaciones deportiva del documento es erróneo, por lo que si se presenta para pedir subvenciones, podría considerarse fraudulento, hay clubes e instalaciones que ya no existen.

6)    Finalmente, el análisis de la seguridad, salubridad, eficiencia, etc., de las instalaciones deportivas municipales, es francamente lamentable, una copia y pega a todas las instalaciones de aspectos absolutamente banales como: “instalar dispensadores de jabón por goteo o favorecer el uso de productos de limpieza ecológicos”. Para nada un análisis real de riesgos, seguridad y salubridad. A modo de ejemplos: existen riesgos de caída en la pista de atletismo por hundimiento de ésta, riesgos de impactos por alcance de balones a los deportistas de la pista de atletismo, riesgos de vuelcos de equipamientos (porterías), insalubridad y peligrosidad del almacén de material de la pista, toxicidad de los micro plásticos de los campos de césped y lo peor, las piscinas al aire libre y el recinto polideportivo “el viejo” recibe constantemente un baño de radiación electromagnética de una antena aledaña (a 30 metros), que supera con creces los límites establecidos y que podría comprometer la salud de los usuarios, sobre todo los niños, por su asociación con el cáncer. De la eficiencia energética mejor no hablar, desde hace más de 10 años, ocho focos, a toda potencia, iluminan una pista polideportiva del barrio del comendador, desde las 8h de la tarde a las 8h de la mañana (aproximadamente), y lo saben.

7)    LO PEOR, realmente este informe no lo podría haber hecho el Servicio de Deportes, es solo contar instalaciones deportivas, en gran medida lo que aparece en el informe.

8)    Realmente, ¿Esto vale 18.000 euros?

 

 

En justicia, hay que reconocer que en casi 47 años del régimen corrupto del 78 (democracia española), algo se ha hecho en la localidad, faltaría más, pero muchas de las actuaciones, sobre todo, en instalaciones deportivas, han llegado tarde y mal. También hay que reconocer el papel imprescindible de la iniciativa privada y del asociacionismo deportivo local en la promoción de la actividad física y deportiva, e incluso de la empresa o club que gestiona de manera indirecta gran parte de las escuelas deportivas, que son capaces de mantener activos a diario a decenas de niños. También, la labor, con buena voluntad, de algún concejal de deportes, en este apartado quiero significar al concejal de deportes de la corporación del PSOE de la “legislatura” 2016-19, y que ahora recupera el cargo, el cual fue especialmente sensible a muchas iniciativas populares, dotó de equipamiento a la pista de atletismo y era conocedor de los grandes problemas del deporte local, a pesar de ello, el “Leviatán” al que se enfrentaba, generado en legislaturas precedentes, era difícilmente gestionable, más aún para alguien que estaba haciendo carrera política. Ahora tiene un reto histórico, para el cual sin duda tendrá mi colaboración. Y el reto es darle sentido y funcionalidad real al servicio municipal de deportes. Entre otras, mis propuestas al respecto son:

 

1)    Definir, no solo en el papel, también mediante actuaciones reales, el ideario o política deportiva local y que debería satisfacer el servicio público al que está encomendado y que se define ejemplarmente en el artículo 43.3 de la Constitución, y que no debe ser otro que la promoción del ocio y la salud a través de la actividad física y el deporte. El rendimiento deportivo debe ser algo secundario y adscrito a la iniciativa privada esencialmente.

2)    Para satisfacer lo anterior, es urgente un diagnostico real y riguroso del sistema deportivo local, en el que, fundamentalmente, se determine no solo la oferta de actividades y el registro de instalaciones, más bien, analizar la prevalencia de actividad física y sedentarismo de la población ubetense en relación a las diferentes variables sociodemográficas que la determinan (sexo, edad, barrios, niveles económicos…) y su asociación con biomarcadores de salud y calidad de vida. A partir de lo cual, diseñar planes de actuación, en colaboración con el asociacionismo deportivo y la iniciativa privada.

3)    Fiscalizar de manera rigurosa, teniendo como referencia el ideario deportivo local, las actuaciones que, en materia de promoción y consolidación del hábito deportivo, sobre todo en niños, realizan las empresas concesionarias de la gestión indirecta de las escuelas deportivas. De nada sirve mover a diario a decenas de niños si en un seguimiento a 5 años, cuando dejen las escuelas, se convierten en sedentarios. El hábito de práctica imperecedera de actividad física se consigue creando un buen clima de práctica y proporcionando otros escenarios para que el individuo pueda darle continuidad a su actividad deportiva.

4)    Identificar a poblaciones sensibles al sedentarismo, por ejemplo, población preescolar, mayores, discapacitados, cuya práctica de actividad física no está satisfecha fuera del ámbito público.

5)    Dotar al Servicio de Deportes de una plantilla de especialistas en Educación Físico-Deportiva para liderar y organizar iniciativas específicas. Cumplir el acuerdo plenario de contratar a un graduado en ciencias del deporte.

6)    Revisar la seguridad, equipamiento y salubridad de las instalaciones deportivas y generar otras de uso polivalente en los barrios.

7)    Prohibir la venta y el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco en las instalaciones deportivas, más aún cuando existen escuelas deportivas.

8)    Colaborar con otras instituciones para la creación de vías verdes, y, sobre todo, el arreglo, iluminación, dotación de servicios (bancos, fuentes) y ampliación (senderismo) del carril bici de Úbeda a Baeza.

 

Pedro Ángel Latorre Román

 


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