AÑO 2003, ¿RECUERDAN? ANTES Y AHORA, LO MISMO, PERO PARA DISTINTOS
El NO A LA GUERRA (MIREN EL DORSAL 490) es indiscutible. Pero observo que, en solo 20 años, la
propaganda y la mentira por parte de los mismos han llegado a tal nivel de desvergüenza
que no se sabe cuál es la verdad y he llegado a pensar que es la contraria a la
información que ofrecen los medios oficiales. Lamentablemente, una mayoría
social, en un abandono intelectual por conocer la verdad, se alimentan de la podredumbre
que les vomitan a diario por la televisión, la radio y la prensa escrita y así
configuran su ideario de la vergüenza. La “plandemia” ha representado entre otras
cosas la manifestación más abyecta en materia de propaganda de esta casta
criminal, y ante la cual, un pueblo repleto de pusilánimes y cobardes, no se ha
dado cuenta que ha estado sometido durante dos años a un auténtico estado de
guerra, la retórica belicista “plandémica” era indiscutible: toques de queda,
estado de alarma, salvoconductos, confinamientos, partes de muertes, persecuciones
o caza de brujas a los no alineados con la verdad sanitaria. Ningún líder de la
guerra “plandémica” ha sido víctima de ella, sin embargo, la población civil ha
sufrido y sufrirá por muchos años los efectos adversos de esta nueva normalidad
salpicada de paro, inflación, deuda, carga fiscal, fractura social, más muertos
y otros efectos por descubrir. Ante eso, la caterva de sumisos, escondidos tras
una mascarilla, incapaz de ser consciente de su lamentable realidad, y en otra
manifestación de su gregarismo infinito, se postula para acoger, apoyar y
animar al pueblo invadido, eso sí, sin empuñar un arma. Un pueblo español que
asigna la categoría de buenos y malos según le digan en televisión. Un
conflicto armado que llevará al viejo continente y al pueblo de España a una
ruina ad infinitum.
Pedro Ángel Latorre Román
Comentarios
Publicar un comentario