Les derivo a mi previo análisis de la situación en la entrada de mi blog: https://pensar-acracia-libertad-razon.blogspot.com/2024/09/historias-breves-para-no-dormir-ubeda.html Y es que el último despropósito del Ayuntamiento de Úbeda es destrozar una frondosa y excelente zona verde y ajardinada en pleno centro de Úbeda. Los interrogantes son: ¿Qué necesidad había de esa intervención? ¿Existía reclamo social? ¿A quién perjudicaba ese espléndido jardín? O mejor ¿Quién se beneficia de esta intervención? Las respuestas que parece han indicado los responsables municipales son que se visualiza mejor la estatua del torero y se mejora la accesibilidad. La destrucción ya ha comenzado, intercambian zona verde por cemento impreso, que garantiza un incremento de la temperatura en la zona, donde la accesibilidad nunca ha estado comprometida. Y es que, si las zonas verdes de las ciudades, parques y jardines, deberían ser esos espacios generosos y excelsos en vegetación y agua, mimetizando lo...
Sea este modesto escrito un homenaje a la figura del amigo y mejor persona D. José Aparicio Lozano, marido, padre, maestro, atleta. Natural de Zamora, tierra que siempre llevó en su corazón pero que se quedó un día parcialmente vacío para siempre en estos tristes avatares de la vida. Querido como maestro de Educación Primaria en Úbeda, llegando a dar clases de Educación Física, lo que sin duda sería un aliciente para animarse a la práctica de la carrera pedestre. Llegó tarde al atletismo, nunca hizo grandes marcas ni obtuvo grandes victorias, era el corredor aficionado por antonomasia, “lo importante era participar” se personificaba en la figura indeleble de Pepe, corrió unas 30 maratones o más, y estuvo activo hasta casi los 80 años. Su lucha en las carreras era consigo mismo, nunca mostró rivalidad ni recelos con nadie, cosa difícil hoy en día en el devenir grotesco de las carreras populares. Siempre servicial, ponía su coche para ir a las carreras. Fue uno de los promoto...
1. Introducción De las tres preguntas ontológicas clásicas, ¿Quiénes somos?, ¿De dónde venimos? Y ¿A dónde vamos?, solo la primera puede tener una correspondiente verdad ontológica respetable, el ¿Quiénes somos? A saber, junto con los animales, somo seres pluricelulares con un ineludible dimorfismo sexual, pero dotados de razón, y que además sentimos y desarrollamos una conciencia moral basada en la empatía, la compasión, la solidaridad, la autoconservación y el amor a la prole y a la familia. El ejercicio de la violencia no se escapa de nuestra caracterización ontológica. En particular, el dimorfismo sexual que caracteriza a los animales y a los hombres, base de la asimetría y la desigualdad, se concreta en atributos, capacidades, motivaciones e intereses diferentes y complementarios que han hecho, en este caso, que hombres y mujeres prosperen y sobrevivan a lo largo de la terrible singladura histórica que han tenido que recorrer hasta nuestros días....
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