PUSILÁNIMES, COBARDES Y OLIGOFRÉNICOS GESTIONANDO LA MAYOR ENCRUCIJADA HISTÓRICA VIVIDA EN EL S-XXI, LA INIQUIDAD SE CEBA CON ESPAÑA
Quizás una de mis mayores satisfacciones profesionales se las deba a María José, a Juan Antonio, Paqui, a Diego…, aquellos niños en edad preescolar que, con severas discapacidades físicas y cognitivas, se enfrentaban con 5 años al miedo más atroz, el de morir ahogados. Y es que durante 23 años he estado enseñando a nadar a centenares de personas. El medio acuático es un entorno en el que todas las personas son discapacitadas si no saben nadar. En ese escenario de “igualdad de condiciones”, mis niños, perdón por el posesivo, demostraron ser capaces de enfrentarse al miedo más atroz, a sus propias discapacidades, a los prejuicios de los demás y en conjunto a la mayor encrucijada de sus vidas, aprender a sobrevivir en un medio hostil con determinación y valentía. No sólo consiguieron nadar, sino que, de manera extraordinaria y épica, no sin un esfuerzo hercúleo, aprendieron antes que la mayoría de sus compañeros “de desarrollo típico”. Treinta años más tarde, aún me siento orgulloso de ellos.
Pues bien, no hay duda que la
mayoría social mundial vive la mayor encrucijada histórica de sus vidas. Estamos
sometidos a una agenda de terror, de desinformación, de mentiras, censura,
corrupción, de regresión en todas las conquistas sociales, derechos y libertades,
incluso diría de anulación de nuestras responsabilidades personales, lo que básicamente
podría caracterizar la agenda política global, ¿Agenda 2030? Ya saben desde las
políticas identitarias (feministas, LGTBI), neo racistas (caza del hombre blanco
heterosexual), migratorias (las personas ya no inmigran, son libres y migran
como las aves), "calentólogas" ( el cambio climático como religión indiscutible, que
nos somete a la penitencia individual dependiendo de tu huella climática) a las
políticas deconstrucionistas de identidades culturales y realidades biológicas (no
hay sexos o hay doscientos mil, el sexo es un constructo social e
intercambiable), el irracionalismo de
la corrección política, anulando el debate e imponiendo la censura,
hasta llegar al mayor ejercicio de sometimiento de la población mundial jamás
cometido: la “plandemia” Covid-19. Se nos dice en nuestra cara que en 2030 no
tendrás nada, pero serás feliz. Las soberanías y democracias nacionales y en
consecuencia la voluntad popular, secuestrada por una plutocracia internacional
sin rostro humano que se “desvive por nuestra seguridad y el bien común”. Una
oligarquía de psicópatas que marcan los tiempos de la humanidad al margen de
las opiniones de todos sus moradores.
Esta agenda mundialista y diabólica, ofrece su mayor grado de iniquidad en nuestra España desarmada y cautiva por la cobardía, indolencia, pusilanimidad y estulticia de su propia población. Un pueblo responsable de sus propias desgracias ya que es colaboracionista de una casta de miserables criminales que han desmantelado la economía del país, aterrorizado a su pueblo con mentiras, falseamiento de la realidad, ocultación de datos y censura; una caterva de demonios que han desmantelado el Estado de Derecho destrozando la independencia judicial, promulgando leyes arbitrarias, injustas y criminales (ej., LIVG, ley mordaza), extendiendo la corrupción a todos sus estratos jerárquicos. Un gobierno que ha convertido a su país en un auténtico psiquiátrico (personas con mascarilla hasta en su propia casa). Un gobierno que ha incumplido la Constitución, como así ha sido acusado por el TC, por los sucesivos estados de alarma que llevaron a nuestro país a la ruina más absoluta, al enfrentamiento social, a la falta de control parlamentario, un escenario de abuso de poder y de irregularidades que debería haber hecho caer a todo el gobierno y gran parte de la oposición. Un gobierno que gestionó la pandemia sobre la base de un consejo de expertos que luego se demostró que no existía. Una España con la inflación disparada, las pensiones en riesgo, una España liderando los niveles de paro de la Unión Europea, varias generaciones hipotecadas para pagar la descomunal deuda que ha contraído España por sus políticas suicidas y demenciales, el 25,3% de la población se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Un gobierno que ha sobornado a los medios de comunicación de masas y a los sindicatos. Un gobierno que ha instaurado la propaganda como praxis habitual de comunicación institucional. Un gobierno que ha ideologizado y pervertido el sistema educativo, instaurando la estulticia y el relativismo moral, biológico y cultural. Nuestra razón de ser, nuestra identidad cultural, nuestra soberanía personal, nuestra libertad, en suma, nuestra dignidad como seres humanos tirada a la basura en un abrir y cerrar de ojos.
Le
pregunto a los españoles ¿Desde las últimas elecciones han podido decidir algo
sobre todos los despropósitos criminales que nos están haciendo? Ya os contesto
yo, no habéis decidido nada, vuestro voto sólo es su instrumento para hacer el mal.
¿Qué
hacemos en España?, pues casi todos callados, acobardados, recelosos del
vecino, indolentes, escondidos tras una mierda de mascarilla, dispuestos a ser
sacrificados en el "vacunódromo" de la ignominia, esclavizados “ad infinutum”
bajo el mantra de nuestra seguridad.
A diferencia de aquellos niños que se enfrentaron, seguramente, a los 10 días más difíciles de sus vidas, que eran los que duraban los cursos de natación, con valentía, determinación y exigiendo ser considerados como seres humanos válidos y competentes, soberanos y responsables, hoy día la mayor parte de los españoles han llevado a España a la iniquidad más absoluta por su falta de valentía, resiliencia, soberanía y responsabilidad personal.
¡Poco nos pasa!
Pedro
Ángel Latorre Román
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